Capitulo 9
Los días siguientes al encuentro entre Azahara y yo fueron pasando como si nada hubiera pasado. Nos ignorabamos como si nunca nos hubieramos conocido hasta que un día vino a buscarme a mi habitación.
-¿Podemos hablar? -dijo Azahara.
-Claro
-Yo... Mira lo siento por lo que te dije, fue un momento en el que necesitaba soltarlo, se que no tienes culpa y por eso vengo a pedirte perdón y también tu ayuda. Tu odias a tu padre tanto como lo odio yo, hagamos algo para que de una vez por todas deje de jugar con nuestros sentimientos y los de tu familia, que se que te importan más que nada. Te lo pido porfavor, sola no puedo en esto, pero se que con tigo sí. -dijo Azahara.
-Te ayudaré pero con una condición, no podemos hacer nada que haga daños a mi madre y mis hermanas sino no hay trato.
-Trato hecho. -Dijo ella.
Nos dimos un apretón de manos y nos pusimos manos a la obra.
Pasaron una horas pero aún no teniamos nada con lo que poder pillarlo hasta que se me ocurrio una idea, pero para eso necesitaríamos la ayuda de Marta asique fuimos a hablar con ella y le contamos toda la historia.
-Deacuerdo os ayudo a salir, pero prometedme que volvereis antes de que el director venga. -Dijo Marta. Era tan guapa y amable, pero tenia unos de mis peores vicios, el cual yo necesitaba eliminar de mi vida.
-Muchas gracias. -dijimos los dos a la vez.
Cuando llegamos al lugar de trabajo mi padre estaba "ocupado" con la secretaria, según la recepcionista. Pero nosotros nos colamos a su despacho.
-Eres un sinverguenza, ¿otra familia más pretendes arruinar?- dije
-Yo...
-Ni yo ni nada que valga, eres un sinverguenza y un canalla que no solo as arruinado la vida de tus hijos, también de los que no son tuyos. Alejaté de mi madre o verás las consecuencias. -Amenazó Azahara a mi padre.
-Pero no solo de ella papá, ya te estás inventando alguna escusa, porque no te quiero más en casa. Como no te vayas lo contaré todo, y no solo a mamá sino tambien a todos los medios, ya sabes, tu eliges.
Mi padre se cayó y asintio con la cabeza. Nos dió un papel firmado que para el era un acuerdo de contrato, en el que ponia que ya no volvería jamás a cada una de nuestras casas y nos fuimos.
Continuará.
Nazaret Almansa López
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